Ayer, el Parlament autonómico rechazó una iniciativa de los socialistas que pedían la dimisión o el cese de Juan Fernández por sus declaraciones "alarmistas" sobre el futuro del astillero ferrolano de Astano, afectado por la reconversión naval.

Respecto a los problemas fiscales de Juan Fernández, que investigan los inspectores de Hacienda por si hubiera incurrido en algún delito, fuentes judiciales indicaron que la resolución del caso ha sido aplazada hasta después de las elecciones municipales, para evitar interferencas o uso partidista del dictamen.

A la iniciativa del PSOE pidiendo el cese de Juan Fernández, se ha unido otra presentada por los nacionalistas del Partido Socialista Galego-Ezquerda Galega.

Sin embargo, el consejero dijo que se ha tomado los ataques "con tranquilidad" y esta mañana aseguró en una rueda de prensa que está forjado "en el yunque de la adversidad" y que cuando más lo machaquen los grupos de la oposición, más calidad encontrarán en él.

Juan Fernández comparó su caso con las cinas gradabas a Txiqui Benegas, ya que también fue la Ser la primera en difundir que había incurrido en un delito fiscal, e insistió en pedir que "nadie juzgue hasta que no me juzgue quien me tiene que juzgar".

Además, recalcó que la decisión de cesarle corresponde sólo a Manuel Fraga y que, mientras tanto, el secretario general del Partido Popular (PP), Alvarez Cascos, pidió hoy la presunción de inocencia para el consejero gallego.