A pesar de que Arias-Salgado ha negado en nota de prensa que se pueda calificar de "pelotazo" una expropiación, los socialistas argumentan que la familia del ministro ha obtenido una plusvalía superior a 800 millones de pesetas.

Tras ser informado por la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Marbella, Isabel García Marcos, el diputado socialista Jesús Caldera compareció en rueda de prensa para explicar que las 20 hectáreas rúsicas permutadas valían 235 millones, frente a los más de 1.000 millones de pesetas que pueden valer los 16.000 metros cuadrados entregados a cambio.

Caldera dijo que lo de Arias-Salgado pasa ya "de castaño a oscuro" y que debe explicar públicamente esa ganancia familiar, porque, si no, el Grupo Socialista pedirá su comparecencia urgente en el Congreso de los Diputados.

A juicio de los socialistas, se ha pasado de "desastres Arias", en Barajas, y "Regalos Arias", por la prórroga a las concesionaris de autopistas de peaje, a "Terrenos Arias ó pelotazos Arias"

Según informó hoy la Cadena Ser, Arias-Salgado, su ex mujer y los hermanos del ministro han conseguido en Marbella terrenos para edificar viviendas a cambio de una parcela no urbanizable que habían heredado.

La mayor parte de estos terrenos municipales que ha conseguido la familia del ministro con este cambio tenían, según la Ser, la calificación de zona verde o equipamiento público, pero el ayuntamiento que preside Jesús Gil los declró urbanizables unos meses antes de firmar la escritura definitiva.

DESMENTIDO DE ARIAS-SALGADO

Por su parte, Rafael Arias-Salgado hizo público un comunicado en el que niega que la operación sea un "pelotazo", como la calificó la cadena radiofónica.

La nota indica que, al morir su madre, hace más de 20 años, los hermanos Arias-Salgado heredaron una finca en el término municipal de Marbella, correspondiendo un 25 por ciento a cada uno de los hermanos.

"A la llegada del Grupo Liberal Indepeniente (GIL) a la Alcaldía de Marbella, la citada finca es expropiada por el ayuntamiento, recibiendo como pago en justiprecio unos terrenos", continúa el comunicado. "Difícilmente es posible 'dar un pelotazo' en una expropiación en la que no ha intervenido la voluntad de los expropiados".

Arias-Salgado asegura que él y sus hermanos no tenían intención de vender la finca que heredaron, que fue valorada por el Ayuntamiento de Marbella al ejecutar la expropiación, en julio de 1990, en 235 millones de pestas. "La expropiación supuso una pérdida de más de 60 millones de pesetas en el valor de mercado", agrega.

"No ha habido 'pelotazo' por parte de los Arias-Salgado", concluye el comunicado. "Al contrario, ha habido un quebranto de sus intereses. El precio obtenido por la finca expropiada ha sido mucho menor que su valor real en el mercado y ha sido compensada cinco años después de su expropiación con unos terrenos de menor valor a los expropiados por el Ayuntamiento de Marbella, con lo que los hermanosArias-Salgado han sufrido una importante pérdida económica".