El alcalde socialista, José Manuel López Tuñas, anunció que el municipio estudiará las posibles medidas legales a emprender y enviará al Ministerio del Interior un informe sobre la actuación de los gentes, que saltaron las vallas del recinto y enseñaron sus placas a niños y adolescentes para desalojar la zona.

Según la versión del alcalde, la policía "tomó" militarmente la ciudad para cerrar la piscina que, en su opinión, cumple todos los requisitos y está dotada de los servicios sanitarios necesarios.

El senador socialista Barreiro Gil y el diputado del Partido Socialista de Galicia-PSOE, Miguel Cortizo, denunciaron hoy en rueda de prensa los métodos usados por el Gobierno gallego para reslver un problema "que exige un procedimiento administrativo".

Barreiro recordó que el consejero de Sanidad fue subsecretario de Gobernación, mientras que Cortizo señaló que la policía autonómica ya ha realizado actuaciones similares a la de ayer en otras ocasiones.

El alcalde de Negreira aseguró por su parte que se trata de una persecución política del PP, ya que la Consejería de Sanidad sólo envió una notificación al ayuntamiento el pasado mes de julio, en la que decía que la piscina tenía una srie de carencias que subsanar.

Añadió que algunas de esas anomalías "no eran tales" y el resto fueron resueltas, aunque no ha podido evitar la clausura de la piscina.

El alcalde de Brión, el independiente José Luis García, dijo en la misma comparecencia que Sanidad cerró también días pasados tres piscinas de esta localidad coruñesa sin previo aviso y declaró sentirse "perseguido y acosado políticamente".

Tanto las piscinas de Brión como la de Negreira fueron reabiertas por los vecinos una ve que los policías se marcharon del lugar.