Blanco dijo a Servimedia que de su "desagradable" conversación con Ruiz-Jarabo sobre este asunto se desprende que "recibía indicaciones de Moncloa" para impedir esta viita.

Aseguró por ello que no se conformarán con sus explicaciones y exigirán su cese. "Una actuación de estas características no se puede sustanciar con una comparecencia, sino con la exigencia de responsabilidades", indicó.

Los socialistas consideran que este incidente es una prueba más de que el PP está invadido "por el agobio, la inquietud y el nerviosismo, y está dando palos de ciego que van en contra del mismo corazón de nuestro sistema democrático".

"En 25 años de democracia no había psado nunca que se niegue la posibilidad de que el líder de la oposición y próximo presidente del Gobierno visite un astillero público, obedeciendo indicaciones del propio Gobierno", subrayó.

Se trata, insistió, "de un atentado contra los principios básicos de lo que tienen que ser los papeles del Gobierno y de la oposición en un régimen democrático".

Blanco subrayó además una "interesante paradoja" que se produjo ayer en Galicia. "Mientras el Gobierno negaba al líder de la oposición una visita a n astillero público, el empresario más importante del país, el señor Amancio Ortega, le recibía en sus instalaciones. Son las paradojas de un mundo que parece hecho al revés".

EL BOZAL DE LOS QUE LADRAN

Esas situaciones, añadió, tienen mucho que ver "con el autoritarismo" y con las declaraciones "poco afortunadas" del presidente del Gobierno el pasado domingo en Santiago de Compostela, en las que criticó a quienes "van ladrando su rencor por las esquinas".

"Cuando uno ve que, frente a los que ldran, el Gobierno trata de poner un bozal, la verdad es que estamos ante el principio de una involución en lo que debe ser la percepción clara de lo que es un régimen democrático y de libertades en nuestro país", sentenció.

Blanco contrastó esta actitud con la demostrada por el alcalde socialista de A Coruña, Francisco Vázquez, al ceder el ayuntamiento para la reunión del Consejo de Ministros. "Son dos formas de actuar diferentes", comentó. "Mientras uno sabe cuál es su papel en las relaciones instituionales, el otro trata de impedir algo a lo que, legítimamente, tiene derecho el líder de la oposición".

Al hablar de estos diferentes comportamientos y de su visualización hasta las elecciones, el dirigente socialista reiteró que todo el PSOE comparte una idea de España leal con la Constitución.

"A partir de ahí, España es un país plural y diverso y no es exigible la uniformidad de pensamiento. Ser capaz de convivir con diferentes opiniones es tener un proyecto que responde a la realidad del paí. Nadie le va a dar lecciones al PSOE en relación a la arquitectura del Estado o a nuestro compromiso con la Constitución, porque somos los que más trabajamos por ella y los que más defendemos el modelo del Estado de las autonomías".

En este sentido, alertó a Aznar de las consecuencias que puede tener su actitud. "Gobernar exagerando para confrontar y buscar la diferencia, en lugar de sumar, es algo de lo que el PP se va a arrepentir algún día", vaticinó.