La necesidad de iniciar una "lucha decidida contra cualquier forma de corrupción" es patente en todas las intervenciones de esta mañana, que piden en su mayoría la fulminante expulsión del partido de aquellos en los que quede demostrado un comportamiento corrupto.

En este punto apenas existen diferencias entre 'renovadores' y 'guerristas'. Ambos sectores aspiran a convertirse en los abanderados de esta guerra contra las irregularidades, porque "lo cotrario tendría un coste dentro del partido que nadie quiere asumir", aseguró una fuente de la Ejecutiva a Servimedia.

Como prueba de que existe una competencia manifiesta entre sectores por capitalizar la recuperación ética del PSOE, estas fuentes recordaron que anoche el presidente madrileño, el 'renovador' Joaquín Leguina, insistió en que "el que la hace la paga" y además acusó a algunos miembros del partido de escudarse en la solidaridad interna para no dar cuenta de sus responsabilidades.

Unabuena parte de las enmiendas presentadas a este apartado inciden en la necesidad de reaccionar ante la situación de "deslegitimación de la vida política" y por ello se pide el reforzamiento de las sanciones, para "recuperar la confianza de la sociedad".

Los delegados insisten en que "hay que atajar sin contemplaciones cualquier situación irregular que pueda producirse en el ámbito político o de la Administración", pero tampoco olvidan "aquellas actuaciones ilegales que supongan fraude fiscal o engaño n la percepción de prestaciones de carácter social".

Entre las medidas concretas que proponen los socialistas está el reforzamiento de las competencias del Tribunal de Cuentas y el endurecimiento de las sanciones penales para delitos económicos.