Además, rechazó las interpretaciones de quienes afiman que su acomodo en las listas se debió a la autoimposición del PSOE de reservar una proporción elevada de los puestos de salida en las candidaturas a las mujeres.

"Al acabar el Comité Federal hubo unas cuantas mujeres que se quedaron fuera de las listas y había bastantes más hombres que habían quedado excluidos porque hay más hombres que mujeres en el partido", dijo.

Narbona aseguró que no puso interés en que se la incluyera en otra lista distinta a la de Almería porque "allí donde yo hubiera odido entrar hubiera causado problemas en la estructura del partido y, por tanto, preferí que hubiera una oportunidad de ser incluida sin generar excesivas tensiones".

La dirigente socialista indicó que Almería es una provincia que conoce bien por su origen andaluz, por haber vivido durante 10 años en esa región y por el trabajo que desarrolló en la Junta de Andalucía durante la puesta en marcha de la autonomía.

Reconoció, sin embargo, que era "inevitable" que hubiera conflicto a la hora de elaboar las listas, puesto que había que incluir a personas que no habían sido diputadas hasta ahora, en un escenario en el que se esperan obtener menos puestos en el Parlamento.

Su condición para entrar en la candidatura socialista fue que su presencia fuera "útil y aceptable", condiciones que, a su juicio, se cumplen en el caso de Almería.