Morán se refería así a la decisión de la Comisión Ejecutiva Federal de interpretar de forma amplia el acuerdo alcanzado por el Comité Federal y abrir una semana de plazo para que cualquier miembro del Comité Federal pueda presentar un candidato a la presidencia del Gobierno, con el único requisito de que cuente con el consentimiento de la persona propuesta.

Con esta decisión, la Ejecutiva otorgaba una amplia flexibilidad al acuedo del Comité Federal sobre el procedimiento de elección, que se aprobó por unanimidad, con la única abstención de Fernando Morán.

Morán declinó emitir cualquier otra opinión, salvo congratularse de la ampliación de las posibilidades, y precisar que, "si decidiese" proponer algún nombre, lo haría directamente ante el órgano correspondiente del partido.