García Breva explicó que, a partir de ese momento, "la gestión de la central debe ser de carácter finalista y orientada al cierre, de manera que todas las operaciones que a partir del 15 de octubre realice la empresa propietaria deberán tener como objetivo el cierre definitivo de la central"; y que "el período de tiempo que necesita la central para la parada definitia es como máximo de dos años".

El portavoz socialista destacó que en la decisión que adopte el Gobierno se deben tener en cuenta que las inversiones que se realicen por parte del titular se destinen exclusivamente al cierre de la central "José Cabrera", se debe establecer un plan para acordar de manera negociada el futuro de la actual plantilla y se debe abrir una negociación entre las distintas Administraciones sobre actuaciones para promover un plan de desarrollo económico de la comarca a partir delcierre de la central.

Además subrayó que hay que adoptar las decisiones que correspondan sobre la gestión del combustible gastado y la transferencia de los residuos a la Empresa Nacional de Residuos (ENRESA).

Por su parte, el Consejo de Seguridad Nuclear deberá establecer un plan específico de vigilancia y control del cierre, así como sobre los titulares de la central -Unión Fenosa- para que cumplan todas las normas de seguridad nuclear establecidas por el organismo regulador, concluyó García Brea.