El conflicto PSOE de Málaga-presidente de la Diputación se ha convertido en los últimos meses en la principal batalla estructural y orgánica ntre los socialistas andaluces adscritos al sector guerrista y al renovador.

El presidente de la Diputación, el renovador Ruiz Povedano remodeló a principios de verano su equipo de Gobierno relevando a dos guerristas de importantes áreas y colocando en su lugar a diputados provinciales renovadores.

Esta decisión alteró los ánimos de la Ejecutiva Provincial, liderada por el guerrista Rafael Ballesteros, uno de los principales colaboradores del secretario general de los socialistas andaluces, Carlo Sanjuán.

Después de varios intentos de Ballesteros y Sanjuán por reponer en sus originales cargos a los diputados guerristas, la Ejecutiva Federal, representada por Txiqui Benegas y Abel Cabellero medió en el conflicto, exigiendo a las partes pactar la nueva remodelación del equipo dirigente de la Diputación, antes del último día de octubre.

Sin embargo, tanto Ballesteros como Sanjuán, en el transcurso de una rueda de prensa, dieron a entender que la Ejecutiva Federal había desautorizado a Povedno, quien desatendió en la fecha pactada tanto los requerimientos del PSOE de Málaga como lo acordado con la Ejecutiva Federal.

Los órganos de dirección provincial del PSOE decidieron dar a Ruiz Povedano un nuevo plazo que expiró el pasado jueves, sin que se produjera la esperada remodelación en Diputación. Días antes, el presidente del organismo supramunicipal hizo público un comunicado en el que solicitaba una nueva mediación de la Ejecutiva Federal, al considerar que Ballesteros y Sanjuán habían devirtuado el acuerdo.

A la Ejecutiva Provincial sólo le quedaban dos opciones, o acceder a la petición de Ruiz Povedano de una nueva intervención de la Ejecutiva Federal, o proponer un expediente disciplinario por su negativa a atender las peticiones del partido.

A lo largo de la reunión que mantuvo esta mañana el equipo de dirección socialista en la provincia de Málaga se optó por la primera de las vías, lo que no hace más que prolongar un conflicto interno que está afectando a la imagen de la Diutación ante la ciudadanía.

Al término de la reunión de la Ejecutiva Provincial, Rafael Ballesteros ha declarado sentirse satisfecho de que Ruiz Povedano "comparta que el partido es quien tiene la última palabra", si bien definió la actitud de Ruiz Povedano de no corresponderse #con el talante de serenidad, necesario rigor, sentido de la disciplina y responsabilidad que deben adornar el comportamiento de un presidente de la Diputación#.

Asimismo, la Ejecutiva Provincial "está a la espera de la deisión final que adopte la Comisión Ejecutiva Federal, decisión que aceptará en todo y cada uno de los términos en los que ésta se produzca".