Ese Congreso fue oficialmente convocado por el Comité Federal en su reunión de hoy, de la que informó después en rueda de prensa el secretario de Organización, José Blanco.

Serán mil delegados, la máxima previsión que admiten los estatutos del PSOE, los encargados de tomar las grandes decisiones del partido, elegidos por las distintas federaciones en un proceso en el que participa toda la organización y que comienza por las bases.

El 12 de mayo la Comisión Ejecutiva deberá aprobar el documento marco sobre el que girará el debate político en el Congreso.

Ese documento será enviado a toda la estructura del partido, hasta las agrupaciones más pequeñas, para formular enmiendas que deben ser debatidas en las estructuras regionales y, en caso de prosperar, llegar hasta el Congreso Federal.

Los socialistas trabajan en ese texto desde hace varias semanas, y seguirán en ello hasta su aprobación por la Comisión Ejecutiva Federal, con la aportación de Jesús Caldera, encargado de poner en marcha una fábrica de ideas del socialismo para responder a los retos del futuro.

Algunas de las federaciones tienen también pendiente la renovación de sus órganos de dirección, que acometerán previsiblemente después del Congreso Federal, entre julio y septiembre, y en algún caso en octubre.