A su juicio, "Aznar, movido por el miedo a perder el poder, está dispuesto a atacar a una formación poítica de la que no dudó en servirse cuando le interesó y a la que ahora, torpemente, pretende demonizar, sólo porque puede contribuir, junto al PSOE, a desalojarle del Gobierno".

Pérez Rubalcaba señaló que, con las críticas a la posible alianza PSOE-IU lanzadas durante la cumbre hispano-lusa de Salamanca, Aznar se revela como "el último bastión de la derecha en Europa, como candidato de la ultraderecha recalcitrante o, a título particular, como persona poco informada de la situación de la Unión Europe".

El responsable socialista aseguró que, en contra de lo dicho por Aznar, "un acuerdo PSOE-IU no sólo no sería perjudicial para los intereses económicos y el progreso de la mayoría, sino que supondría un mejor y más equitativo reparto de la riqueza, frente a la acumulación de los bienes públicos en unas pocas manos próximas al Gobierno del PP".