El pleno muicipal sirvió, fundamentalmente para recortar aún más los pocos poderes que le quedan a Celia Villalobos como alcaldesa, debido a la "pinza" que sobre su gestión han venido realizando los concejales de IU y PSOE. La alcaldesa perdió ayer la facultad de dirigir la política de contactos con otras administraciones, que a partir de ahora será regida por una comisión municipal.

Esta decisión, aprobada con los votos de socialistas e izquierdistas, hizo elevar el debate político al terreno de la moción de cesura. En este sentido, Villalobos volvió a repetir que "presenten la moción de censura cuando quieran", a lo que el viceportavoz socialista, Magdy Martínez Soliman respondió que "la moción se pondrá cuando nosotros queramos, y no cuando usted lo pida".

Es precisamente la fecha de la moción de censura una de las dos incógnitas sobre el más que previsible desalojo de Villalobos de la Alcaldía. La otra, quién será el nuevo alcalde.

En el PSOE ya se ha decidido trasladar el debate de la moción de cenura a las bases, que en breve comenzarán a discurtir en las distintas agrupaciones de la capital los pros y contras de un pacto municipal con el grupo de concejales que ahora lidera Antonio Romero.

Debate interno que, segun diversas fuentes socialistas, podría extenderse hasta bien entrado el año 1997 y en el que los dirigentes del PSOE malagueño se encontarán con el "síndrome Romero" como el principal escollo a superar.

Desde las bases socialistas nunca se ha visto con buenos ojos un pacto con I. Los continuos ataques de Romero a la política desarrollada por el PSOE en la anterior Corporación local, en la Junta de Andalucía y el Gobierno central han restado crédito al coordinador regional de IU.

Además, ya hubo un intento de pacto entre socialistas e izquierdistas que resultó fallido, cuyas negociaciones comenzaron tras las elecciones municipales de 1995, y que no dieron con una mayoría de izquierdas para gobernar la ciudad por las exigencias de Romero en cuanto a programa de gobierno y repato de delegaciones. "Existe una confabulación contra todo lo socialista, que no vamos a permitir y a la que no vamos a dar pábulo", dijo entonces Martín Toval para justificar la ausencia de acuerdo.

Es por ello por lo que en los mentideros politicos del PSOE casi se descarta que sus concejales apoyen a Antonio Romero en una hipotética moción de censura. Entre otras razones, porque el dirigente comunista tendría que elegir entre la coordinacion regional de IU y el primer sillón de la Alcaldía.

Romro, que ha intentado abstraerse del debate político de la moción de censura, ha insistido en que su presentación "está en el alero del PSOE", mientras que Eduardo Martín asegura que se siente "legitimado" para buscar el acuerdo con Romero, a pesar del ambiente hostil de los socialistas malagueño hacia el dirigente comunista.

Mientras tanto, Celia Villalobos insiste en que la moción de censura es una figura "absolutamente legal y democrática" y que la aceptará en el momento en que IU y PSOE lo decidan,aunque asegura que "no se lo voy a poner fácil".