La experiencia de otros países europes y, en concreto, el ascenso del ultraderechista Le Pen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia "debe servirnos para corregir tendencias", apuntan los socialistas.

En opinión de los socialistas, durante los últimos años el Gobierno ha abandonado su deber de ser el primero en afianzar una cultura de convivencia, y se ha afanado por "introducir crispación política y sentimientos infundados de alarma entre la ciudadanía".

"Desde distintos ambitos gubernamentales se traladanlos ciudadanos de manera sistemática mensajes negativos y asociaciones profundamente desacertadas cuyo resultado viene a ser la estigmatización de todo un colectivo por actuaciones de algunos de sus miembros", dicen en el PSOE, en clara referencia a la asociación entre inmigración y delincuencia.

Por ello, los socialistas juzgan urgente evitar que la inmigración se convierta en objeto de confrontación o en reclamo de corte meramente electoral, emprendiendo las medidas necesarias para poner en marcha na política global de gestión de los flujos migratorios y de cooperación con los países de origen.

Esa política, apuntan desde el PSOE, debe tener un doble frente, el control de la inmigración ilegal y la regulación de la legal, y la integración de los extranjeros que llegan a España.