Rodríguez Ibarra entregó el texto a la coordinadra de la ponencia, Cristina Alberdi, quien le aseguró, según explicó él mismo en rueda de prensa, que la Comisión Política aceptará algunos de sus puntos y los incorporará a la ponencia que se someterá a la ratificación del Comité Federal.

Los que sean rechazados por la Comisión Política serán sometidos a la votación de los miembros del Comité y los que vuelvan a ser rechazados en este órgano, se remitirán a las agrupaciones locales para su discusión y posible elevación al 35 Congreso como enmiendas. El presidente extremeño explicó que la enmienda no pretende oponerse a la Comisión Política, sino aportar propuestas que enriquezcan el debate y refuercen el perfil ideológico del proyecto que salga del Congreso. Y lo hace, añadió, "con toda libertad, porque no soy candidato a nada". Aunque algunos se lo han pedido, reiteró que su compromiso está con la comunidad que preside.

Además, aseguró que presenta el texto a título individual, no en nombre del "sector guerrista", denominación que utilizó paa agregar que Felipe González y Alfonso Guerra, "para mí, son el presente de este partido. Lo que sobra son los ismos, es decir, el felipismo y el guerrismo, pero los nombres que los encarnan no están anticuados", dijo.

Rodríguez Ibarra aseguró que presenta este texto al margen de otros políticos afines a sus ideas, como Francisco Fernández Marugán o Matilde Fernández, porque ellos lo presentarán después del Comité Federal. El presidente extremeño se refirió a ellos como compañeros con "afinidad" de ieas. "No me desmarco de nada porque nunca me he enmarcado en nada", dijo.

Al ser preguntado por la proliferación de candidaturas para la Secretaría General, advirtió que "se puede colmar la paciencia" de los afiliados, y que se puede hacer "un hombrecito o una mujercita a militantes que nunca han hecho nada".

PRIMARIAS "DE CONTRABANDO"

En este sentido, pidió que se apliquen los Estatutos del PSOE, según los cuales los candidatos no son tales hasta que no comienza el Congreso, y denunció que la lexibilidad de la Comisión Política ha metido "de contrabando" unas primarias "no autorizadas por el partido".

En todo caso, Rodríguez Ibarra se mostró partidario de que el elegido como secretario general sea también reconocido por el Congreso como futuro candidato a la Presidencia del Gobierno, para que el electo goce desde el primer momento de todo el prestigio y liderazgo de su cargo, sin estar pendiente de un próximo sometimiento a un proceso de primarias que, además, podría perder.

En su opiión, el líder orgánico que salga del Congreso debería tener "las mismas oportunidades que se le dieron a González, que perdió dos elecciones y nadie le dijo que no era la persona adecuada para encabezar el proyecto", y debería gozar de un plazo de "ocho o diez años" para consolidar su proyecto.

Al ser preguntado por Rosa Díez, se limitó a juzgar una "aventura" que adelante su disposición a ser secretaria general "sin saber qué proyecto quiere liderar", porque debe salir del Comité Federal. Puede ocurrr, apuntó, "que se sienta incómoda en un traje que no le gusta". Esta disposición significa, agregó, "que no te importa nada el proyecto, o que estás dispuesto a liderar cualquier cosa".

El texto de Rodríguez Ibarra, que ocupa 32 páginas, no enmienda, según explicó, el análisis de la Comisión Política sobre las causas de la derrota electoral, por estar de acuerdo con él, ni la parte orgánica, por entender que el debate sobre el método de la dirección es "absurdo" y no preocupa a la sociedad.

Lo iportante, en su opinión, es ofrecer a la sociedad un proyecto que se diferencie ideológicamente del defendido por el PP, ya que los ciudadanos han comprobado que los socialistas son capaces de gestionar y lo que esperan del PSOE no es una sociedad mejor a la que puedan lograr con los populares, sino una "sociedad distinta".

La raiz de los problemas del PSOE está, según su análisis, en que ha ofrecido una propuesta "gestora, pero desprovista de ideología", lo que ha provocado que los electores no disntngan enrte el proyecto socialista y el del PP.

Así, concluyó, superar el "déficit ideológico" es el primer paso para vencer la actual crisis del PSOE, lo cual no significa, precisó, que los socialistas abandonen "el pragmatismo en la gestión" concreta y diaria de esos principios ideológicos.

TERRORISMO

El texto comienza con una reflexión sobre la lucha contra el terrorismo, en la que propone que los demócratas se unan para darle "un ultimátum claro" a ETA, en el sentido de que nunca conseguiránla independencia de una parte del territorio español, ni mediante métodos violentos, ni pacíficos.

Rodríguez Ibarra aprovechó la explicación de este punto para asegurar que EH ha abandonado el Parlamento de Vitoria porque "ETA quiere elecciones" y los demócratas "no podemos ir detrás" de sus pretensiones. Los comicios, en su opinión, no evitarían que siguiera habiendo atentados, independientemente del resultado.

En este punto, emplazó a todos los partidos a centrarse en la lucha antiterrorista y o confundirla con "los intereses electorales", y aseguró que España es el único país democrático donde el prestigio del ministro del Interior "aumenta cada vez que aumenta el terrorismo".

Al hablar del modelo de España, Rodríguez Ibarra volvió a defender "un único discurso" del PSOE en todo el territorio nacional, aunque su proyecto "sea diverso" para cada una de las singularidades.

En este punto ironizó al comentar que, ya que las tres primeras letras de las siglas del partido parecen tener añgu tipo de problema, "por lo menos que la E de español quiere clara".