Según manifestó el secretario general de la citada organización, Marciano Sánchez, el resultado de la política sanitaria de la década socialista demuestra "que la Sanidad no se ha entendido como una prioridad de este Gobierno". Sin embargo, el documento reconoce que durante estos diez años se han obtenido "logros y avances, con sus limitaciones, y fracasos, que a veces también han estado mediatizados".

La Federación de Asociaciones para la Defensa Pública de la Sanidad se identifica más con el PSOE que con el PP, explicó su secretario, quién no quiso opinar sobre el programa sobre Sanidad lanzado por el partido conservador, ya que "siempre hay una gran distancia entre los que se dice y lo que se puede hacer".

La auencia de un política coherente sobre la Sanidad pública, el estancamiento de la atención especializada, -a la que consideran la "cenicienta" de la reforma sanitaria-, la ausencia de una política de personal y la falta de participación de profesionales y usuarios en la gestión son las críticas negativas que imputan al Gobierno socialista.

A juicio de Marciano Sánchez, la política sanitaria del PSOE ha experimentado "giros inesperados" que han paralizado todos los niveles del sistema nacional de salud, ebido al "erratismo ideológico" que ha presidido el mandato de los cuatro ministros que han pasado por este departamento desde 1982.

El secretario de la federación señaló que el ministro que más dinamizó la gestión sanitaria fue, a su juicio, Ernest Lluch, ya que bajo su mandato se aprobó la Ley General de Sanidad (LGS), mientras el que más la paralizó fue Julián García Valverde con "su plan empresarial".

La falta de una política coherente queda patente, según Marciano Sánchez, en que a la LGS, qe suponía una apuesta por el Estado del Bienestar, le sucedió la llamada "Sanidad Mixta" a la que se refiirió García Vargas, que luego acabaría en la "Comisión Abril", con un mensaje fuertemente privatizador de la Sanidad, y que finalmente fue apartado por el rechzo popular.

Respecto al estancamiento de la atención especializada, indicaron que a pesar de partir de un red hospitalaria pública de gran calidad, no se ha sabido aprovechar ni rentabilizar, y que las relaciones con la Atención Primaria sólofunciona parcialmente.

Criticaron también que todavía no se haya elaborado un Estatuto Marco para todo el personal del Sistema Nacional de Salud (SNS), que sigan existiendo situaciones contractuales múltiples dentro del sistema, y que la Administración haya incumplido toda normativa legal sobre provisión de plazas y traslados, así como los acuerdos mantenidos con los sindicatos.

LA REFORMA APLAUDIDA

Entre los aspectos positivos de la gestión socialista, Marciano Sánchez aplaudió la aprobación e 1986 de la Ley General de Sanidad (LGS), porque supuso el instrumento para llevar a cabo la reforma de la Sanidad y diseñó la organización del SNS, aunque precisó que su desarrollo posterior ha sido muy lento.

Igualmente, señaló la universalización de las prestaciones del SNS, que hoy cubre al 99,8% de los ciudadanos españoles, aunque "al haberse abordado sin una financiación específica, se ha producido una disminución del gasto por persona protegida".

Otro aspecto a destacar es la descentralizaión del sistema sanitario a las comunidades autónomas, que se ha producido con considerables retrasos, falta de coordinación y, además, todavía no está ultimado, señaló el secretario de la federación.

Finalmente, también ha sido positivo a juicio de la federación el nuevo modelo sanitario de Atención Primaria de Salud, aunque calificó su desarrollo de "lento, complejo, incompleto y lleno de dificultades", por lo que en la actualidad sólo cubre a un 55 por ciento de la población y su implantación en la comunidades autónomas es muy desigual.