González se dirigió por espacio de una hora a los asistentes a la clausura de la Conferencia Política del PSOE que se celebró este fin de semana en Madrid y reafirmó el compromiso de los socialistas con la defensa del Estado de bienestar, la modernización de España, la integración europea y la solidaridad social.

A su juicio, el futuro de las pensiones está garantizado gracias al Pactode Toledo suscrito por todas las fuerzas políticas, que también acordaron no utilizar este tema como argumento electoral durante la campaña, consenso que González está dispuesto a saltarse si el PP insiste en su propuesta de eliminar las pensiones no contributivas.

El presidente del Gobierno recordó que la experiencia de gobiernos conservadores en otros países de Europa confirma el retroceso de los beneficios sociales en materia de pensiones, sanidad y educación y se preguntó si es lícito dejar en mans de la derecha la reforma del Estado del binestar, "que ellos no crearon cuando tuvieron la oportunidad porque no creen la justicia social".

En este sentido, recordó también la intención del PP de privatizar aspectos de la sanidad, de manera que "al final habrá una sanidad para ricos y otra sanidad de misericordia o caridad para los demás".

El Partido Socialista tendrá como prioridad durante los próximos años la lucha contra el paro, que podría articularse en torno a "un nuevo consenso social" qe incluiría medidas de reparto del empleo y de reducción de la jornada laboral.

Según González, este pacto debería ser suscrito por cada uno de los miembros de la sociedad y no sólo por sindicatos, patronal y Gobierno, porque es necesario estudiar a fondo si una reducción de las horas de trabajo deberá ir acompañada de un recorte salarial.

REPARTO DEL TRABAJO

El mantenimiento de los sueldos al tiempo que se reduce la jornada laboral supondría, en su opinión, un varapalo para muchas empresas queverían encarecerse sus productos y perderían capacidad competitiva, por lo que pidió la apertura de un debate social para estudiar nuevos sistemas de reparto del trabajo.

El pacto propuesto por el dirigente socialista se basa en la generosidad entre aquellos que han gozado de puesto de trabajo estable y que ahora tienen hijos -"la generación mejor preparada de la historia de España"- que no logran entrar en el mercado laboral.

En este primer acto electoral, González estuvo arropado por una buena arte de los ministros del Gobierno y por la práctica totalidad de los dirigentes socialistas de toda España.

A ellos y a toda la militancia socialista les pidió un esfuerzo de movilización durante la campaña para superar los "seis, siete y ocho puntos que dicen las encuestas que nos separan del PP". Según dijo, la situación de la que partía el Partido Socialista cuando se convocaron las elecciones generales de 1993 era peor que la actual, porque en aquel momento "estábamos en lo más profundo de la criis económica y ahora crecemos el 3% anual y creamos de media 1.350 empleos diarios durante 1995".

González insistió en aspectos que serán ofertas electorales del PSOE, como la puesta en marcha de un nuevo plan de viviendas que beneficiará a 500.000 personas, la aprobación del Plan Hidrológico Nacional, que estuvo incluido en el Programa Electoral del 93, y el Plan Director de Infraestructura.

Reafirmó el compromiso del PSOE con la modernización de España y con la construcción europea, cuya marchapodría peligrar en manos de José María Aznar, según apuntó el candidato socialista.

Al dirigente de IU, Julio Anguita, tan sólo se refirió en una ocasión, al recordar su oposición a la presencia de fuerzas españolas en el contingente de la OTAN encargado de mantener la paz en la antigua Yugoslavia. Juzgó que esta postura es "sectaria" e inconsciente de que el muro de Berlín cayó en 1989 y de que el Tratado del Atlántico Norte cumple un mandado de Naciones Unidas.