A su salida, González rehusó hacer declaraciones a un grupo de periodistas y se limitó a decir a un cámara de televisón: "para, para la cámara; con el cigarrillo no me enfoques", y se marchó en compañía de su esposa Carmen Romero por la puerta principal del Palacio.

Por su parte, Alfonso Guerra abandonaba el salón del Congreso segundos después de hacerlo González. Tras advertir la presencia por delante del ex secretario general, que abandonaba el recinto en medio de numerosos aplausos de personas que se encontraban en ese momento en los alrededores, dió un giro de 180 grados y preguntó a un acompañante suyo: "¿por dnde se sale de aquí?".

En ese instante regresó sobre sus pasos y se dirigió presumiblemente hacia el garaje, por donde abandonó ayer el Palacio de Congresos. Guerra, que mostraba un semblante severo, eludió hacer asimismo declaraciones a los periodistas.