Los 215.000 perros que viven en esta ciudad dejaron durante 2004 dos millones de kilos de excrementos, de los que sólo se han recogido un millón de kilos a través de los 2.320 "sanecanes" y de las 54 "motocacas" que tiene el municipio. "La mitad de estos residuos se quedaron sin recoger", afirma el concejal.

El Ayuntamiento pagó el año pasado más de cinco millones de euros por la retirada de heces de perro, lo que supone que recoger un kilo de ellas cuesta 2,5 euros. "Es una barbaridad pagar este dinero", advierte Contreras, para quien "sólo sería posible reducir el importe si se conciencia a los propietarios de los animales para que recojan las deyecciones como es su obligación legal y, además, si la Policía Municipal y la Patrulla Verde actúan de un modo más contundente". Actualmente, el 99% de las infracciones en esta materia no se están sancionando.