Una buena parte de los 20 intervinientes en la reunión de la mañana y el propio Felipe González han dedicado especial atnción a analizar la posibilidad de llegar a "acuerdos de progreso" con IU en las comunidades y ayuntamientos en los que no cuentan con mayoría.

El PSOE tiene claro que desea pactar con IU en todos aquellos lugares en que pueda formarse una mayoría de izquierda. Ofrece dar su apoyo a la lista progresista más votada en cada ciudad o comunidad autónoma pero, a cambio, los dirigente socialistas, exigen a la cúpula de IU que aclare su postura.

"Queremos saber si están dispuestos a apoyar la candidatur de izquierda más votada, si van a adquirir compromisos claros o si piensan continuar con la ambigüedades, y si van a facilitar gobiernos de progreso o por el contrario van a seguir apoyando a la derecha y facilitando la llegada del PP al Gobierno", aseguró Ciscar.

El dirigente socialista recordó que los acuerdos se deberán alcanzar en cada ámbito territorial concreto y no en los niveles federales de decisión de ambas formaciones políticas, e insistió en que el PSOE ofrece acuerdos en todos los ámbito territoriales en que la suma de los dos partidos formaría un mayoría "incluido el gobierno andaluz", donde IU ha hecho hasta ahora frente común con el PP.

A juicio de los socialistas, esta postura de la dirección de IU no es entendida por su electorado, que ve con mejores ojos una alianza con el PSOE que con la derecha.

En su segunda intervención de la mañana, el presidente centró su discurso en las medidas que a partir de ahora deberá tomar el partido para remontar la derrota electoral que sufró el pasado 28 de mayo.

Todos los asistentes reconocieron la victoria sin paliativos del PP y sobre todo González insistió en la necesidad de diseñar una "estrategia de la recuperación" que permita al PSOE ganar las próximas elecciones generales.

Ninguno de los intervinientes de la mañana reclamó el adelanto de los comicios, por lo que el escenario dibujado por el líder socialista para la recuperación del PSOE precisa de los dos años que restan de legislatura para tener su efecto.

González bsó esa estrategia en la recuperación económica y, en especial, en la consecución de una efectiva "cohesión territorial" cuyo máximo exponente será la puesta en práctica del Plan Hidrológico Nacional.

Para remontar el revés electoral, el partido deberá mantener movilizadas sus bases y dedicar mayores esfuerzos a recuperar el voto en las ciudades de más de 50.000 habitantes, donde su descalabro ha sido mayor. Esta acción deberá ser intensamente impulsada desde la dirección del partido y regida por los pincipios de "cohesión y lealtad bajo el liderazgo del Felipe González", según afirmó Ciscar.

En las grandes capitales, los socialistas dedicarán especial atención a los obreros, las clases medias y los jóvenes, vías por las que hasta ahora ha sufrido pérdidas importantes de apoyo y para los que quieren volver a ser "una referencia de progreso".

Aunque la derrota en las grandes ciudades ha sido muy significativa, el responsable de Organización del PSOE recordó que el nivel de voto al Partido Sociaista en ciudades es del 28%, cerca de 3 puntos menos que la media, y que el partido consigue el 46% de sus votos en localidades mayores de 50.000 habitantes.