López Garrido, que recibió un calurosos aplauso de los suyos al subir a la tribuna en su primer debate del Estado de la Nación como portavoz, centró su intervención en desmontar el discurso del PP.

Uno de los asuntos a los que más se dedicó fue la inmigración, para juzgar "injusto e hipócrita" el intento del PP de criminalizar a los inmigrantes, un comportamiento "peligroso e irresponsable".

Los integrantes de bandas criminales organizadas, dijo, "no han llegado en pateras ni en cayucos" y el PP debería dedicarse a hacer pedagogía sobre ello, "Si no quieren hacerlo, al menos no agiten el fantasma de la xenofobia", pidió.

También habló López Garrido de las reformas estatutarias, para reiterar que son la adecuación del Estado autonómico a la realidad del siglo XXI, "no su demolición".

Denunció que la estrategia del PP parte de que este partido "no cree" en el Estado de las autonomías y no es capaz de ver que no existe antagonismo entre las comunidades y el Estado, "sino del PP con Cataluña y con Andalucía, pero ese es el problema del PP, no de España".

"Se tienen que acostumbrar a no creer que ustedes son España, o la soberanía nacional, a la que sólo la representan en última instancia estas Cortes Generales. España no está peleada con Cataluña o Andalucía, ni éstas con España, ustedes sí". "España no se cohesiona con golpes de pecho supuestamente patrióticos, sino garantizando derechos e igualdad", añadió.

Al hablar de la política territorial, López Garrido alertó de que el PSOE no aceptará la acusación de haber roto consensos constitucionales "que siguen intactos".

Muy al contrario, fue él quien acusó al PP de "bloquear y obstruir cualquier consenso sobre la España autonómica". El PSOE seguirá buscando acuerdos, precisó, pero no aceptará "que una decisión premeditada de obstruir cualquier consenso se nos lance a la cara".

Acusó al PP de hacer una oposición "irreflexiva, poco meditada, imprecisa, apresurada, improvisada", que demuestra que es oposición, pero no alternativa de Gobierno.

"El tiempo corre en su contra, España por ahora no se hunde, ni la Constitución, ni el Estado, y la legislatura ya está en su segunda mitad. Cada vez tienen menos tiempo y más urgencia el señor Rajoy, los dirigentes del PP y los medios de su ámbito de influencia, y se les nota mucho", dijo al PP.

Pese a no ser fácil, el portavoz socialista garantizó al PP que, si es capaz de reconocer el error de su estrategia, el PSOE no se lo reprochará, sino que, muy al contrario, aprovechará las oportunidades para construir conjuntamente la España del siglo XXI.