En materia de política de agua, no hay ninguna apuesta concreta para poder hablar de que la internalización del coste pueda suponer una amenaza o riesgo para la viabilidad de las explotaciones agrarias, aseveró Rodríguez en una desayuno con los medios.

"Tranquilidad absoluta. El sistema de costes no pondrá en peligro ningún sistema productivo de este país y no pondrá en peligro al sistema agrario", aseveró.

En todo caso, señaló que a la hora de afrontar el sistema de costes el Gobierno apostará por unas medidas que se deberán adoptar dentro del marco de la concertación social y del diálogo.

El diálogo entre todos los sectores implicados será fundamental para lograr articular un sistema de coste y de precios que evite poner en riesgo ningún sector, tampoco el agrario. "Es un proceso abierto entre todos los sectores implicados", afirmó.

Por otra parte, la diputada socialista insistió en las nuevas medidas puestas en marcha por el Gobierno socialista como alternativa al derogado trasvase del Ebro. Entre ellas destacó como fundamental la apuesta por las desaladoras y la necesidad de una mejora de la gestión y reutilización del agua.

Según dijo, la apuesta por las desaladoras permitirá recoger 621 hectómetros cúbicos de agua al año, mientras que la mejora en la gestión aportará 442 hectómetros cúbicos más. Todo ello, subrayó, supondrán 1.063 hectómetros cúbicos anuales, frente -"si hubiera sido posible"- a los 1.050 que suponía el trasvase del Ebro.

En cualquier caso, advirtió de que la nueva política de agua que debe afrontar España no debe centrarse únicamente en un sí o un no al trasvase del Ebro. Esta Secretaría, indicó, deberá afrontar la nueva directiva de agua, la sostenibilidad y el control de la oferta.

También trabajará para hacer frente a los desequilibrios actuales del sistema que permiten paradojas como el hecho de que España sea el cuarto país del mundo en obras hidráulicas, con más de mil presas en todo el territorio, sea también el más árido de la UE o el de mayor desequilibrio entre los recursos hídricos del norte y del sur y, a la vez, sea el país de la UE con más dotación de agua por habitante al año. "Todo este desfase", recalcó, "deriva en que tenemos un amplio problema de agua".