En una rueda de prensa en el Congreso, López Garrido subrayó que se trata de una "condena justa y ejemplar", por lo que "estamos ante un gran día para la justicia, la lucha por los derechos humanos, la reparación de injusticias, de dolor, y de delitos contra derechos humanos fundamentales".

Insistió en que los crímenes contra la humanidad, de genocidio, "deben ser juzgados en cualquier país" cuando aquél en el que se han cometido no lo hace, y en este sentido España ocupa "un lugar fundamental", porque "la lucha contra cualquier tipo de terrorismo es una lucha sin cuartel".

En este sentido, se sumó a la "alegría y satisfacción" de los familiares de las víctimas por la condena a "un torturador criminal" con la que España, además de hacer una ofrenda a la justicia internacional, devuelve la "generosidad" que los argentinos mostraron durante el franquismo.