Estos principios son "independencia respecto al Gobierno, transparencia en su funcionamiento, primacía de los criterios científicos en sus decisiones y presencia de todos los sectores concernidos por la seguridad y calidad alimentaria en sus órganos de gobierno", según manifestó la secretaria federal de Consumidores y Usuaros del PSOE, Isabel Pozuelo.

Según Pozuelo, todos esos principios "se han venido abajo, porque el Gobierno ha optado por un modelo presidencialista que hace recaer todo el poder y la capacidad de decisión en la agencia sobre el Presidente, que nombra y depende del Ministerio de Sanidad y Consumo".

"El Consejo de Dirección pierde competencias y el Consejo Consultivo queda devaluado por la escasa representación de los consumidores. Además, los miembros del Comité Científico serán designados y no elgidos mediante convocatoria pública", subrayó.