Jiménez criticó a pie de obra las consecuencias de la instalación de 32 grandes chimeneas sin filtro en los túneles que discurrirán a lo largo de siete kilómetros, de los que seis corresponden al río y uno a la avenida de Portugal. Aseguró que algunas de estas salidas de humo se sitúan a menos de veinte metros de las viviendas, en concreto las de los bloques del paseo de la Ermita de San Isidro.

Según Jiménez, está previsto que por estos siete kilómetros circulen diariamente 250.000 vehículos, cuyos humos serán expulsados a través de unas chimeneas que carecen de filtros. Se mostró preocupada porque han pedido información al ayuntamiento sobre los sistema que utilizarán para la filtración de los gases contaminantes, "pero las respuestas del Gobierno de Gallardón son vagas y confusas".

"Ni siquiera los responsables municipales saben a estas alturas de las obras qué tecnología se puede aplicar a estos puntos de ventilación", criticó Jiménez, asegurando que "no tendríamos esta situación si se hubiera realizado la declaración de impacto medioambiental".

Las 32 chimeneas, de las que 16 son de extracción de humos y otras 16 de entrada de aire, son por sus dimensiones, según Jiménez, "auténticos edificios subterráneos". El concejal socialista para temas de Urbanismo, Félix Arias, explicó que las chimeneas miden 8 metros de ancho por 40 de largo y una altura de 6,5 metros, de los que uno y medio sobresalen en la superficie, y que las salidas de humo son rejillas de 64 metros cuadrados y de uno o dos metros de altura, con un caudal de aire de 90 metros cúbicos por segundo, carril y kilómetro.

Recordó que la proximidad de las chimeneas de ventilación a las viviendas es un problema que afecta también en otros puntos de la reforma de la M-30, como las tres que se van a instalar en el parque Tierno Galván, "a escasos 150 metros de los pisos".

RESTOS ARQUEOLÓGICOS

Jiménez también se refirió al hallazgo de restos arqueológicos en la obra, y dijo que la destrucción "intencionada" por parte del ayuntamiento de los restos encontrados en el pontón de San Isidro (siglo XVI) constituyen un hecho "extraordinariamente grave", por lo que exigió a laComunidad de Madrid que actúe con contundencia para preservar íntegro un patrimonio que corresponde a todos los madrileños.

A juicio de Jiménez, la paralización dictaminada por la Dirección General de Patrimonio en dos tramos de las obras de la M-30 tiene para el PSOE una lectura: "la nula preocupación de Gallardón por preservar el patrimonio de la ciudad. Su único objetivo es terminarlas antes de las elecciones, pase lo que pase".

Por ello, la portavoz socialista se preguntó qué está pasando con la M-30. "Si nos hemos enterado de la destrucción de unos restos arqueológicos que estaban protegidos por los informes de Patrimonio, que no estará ocurriendo sin que nos hayamos enterado", dijo, afirmando que "son unas obras que se están acometiendo sin las debidas garantías".