Los socialistas avanzan que ese texto propondrá, entre otras cosas, establecer una carta de derechos que regule las relaciones entre los bancos y los ciudadanos, con el fin de que los productos bancarios sean lo más transparentes posibles.

Hacen hincapié además en que afrontar la crisis no debe suponer relegar la lucha contra la pobreza liderada por Naciones Unidas.

En ese sentido, Alonso subrayó que alrededor de 1.400 millones de personas viven con un dólar y medio al día, o incluso menos, y no pueden ser ellos "los principales paganos" de la crisis financiera internacional.

El texto emplaza al Gobierno a buscar un amplio consenso de la sociedad española sobre las medidas que deben adoptarse a escala global para reformar el sistema financiero internacional, resolver su crisis e impulsar la economía.

También celebra la participación de España en la cumbre del G-20 "por méritos propios", y pide que prosiga esa línea de trabajo para consolidar la presencia en el proceso de reforma del sistema financiero.