Así juzgó hoy la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez, el papel de Aznar en la cumbre de Biarritz, que supone el espaldarazo para que en la cumbre e Niza, que se celebrará en diciembre, se cierre la reforma de la UE.

Jiménez lamentó que Aznar se limitara al "reparto del poder" dentro de la UE, como el número de comisarios o mayor influencia en el Consejo Europeo, y olvidara algunas cuestiones "que deben ocupar la agenda de la construcción europea", como una política económica común, ahondar en cuestiones presupuestarias y fiscales, o precisar en la política exterior y de seguridad común.

La dirigente socialista explicó que en la época de Feipe González como presidente del Gobierno, España contaba con una mayor presencia en el ámbito comunitario. Añadió que esto no ocurre con Aznar, ya que, a su modo de ver, éste carece de "ambición europeísta".

Por último, Jiménez mostró su pesar por el hecho de que el Parlamento español haya sido el único de todos los países miembros que no haya debatido la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.