Así lo aseguró hoy el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Permanente de la Ejecutiva Federal del partido.

Blanco reconoció que el debate en el Parlamento de Cataluña estuvo "cargado de tensión política", pero expresó su confianza "en que las aguas vuelvan a su cauce", a lo que deben contribuir, precisó, el presidente de la Generalitat y el resto de fuerzas políticas.

Aunque son las fuerzas políticas catalanas las que deben determinar si esa tensión altera el calendario de aprobación de esa reforma, Blanco aseguró que, en su opinión, no debería ser así.

"El interés general prevalecerá sobre el interés partidario de algunos", dijo Blanco, precisando después que ese interés general es, a la vista de la disposición de todos los partidos, la reforma del Estatuto.

Eso no impide, matizó, que si existe una acusación de supuesta malversación de fondos públicos, "también deba ser objeto de tratamiento, y lo está siendo".

Sin embargo, prosiguió en su tesis, nada tienen que ver ambos asuntos, y la reforma estatutaria no debe verse "condicionada" por esas acusaciones. Si de verdad existe voluntad para modificar el Estatuto, aseguró, "no se pueden mezclar temas".