En su opinión, con la OCM del vino se está recogiendo un trabajo que toda la sociedad realizó "desde el año 92, en que se presentó esta reforma, hasta el año 94 en el que el Gobierno (socialista) consiguió pararla, porque perjudicaba a los intereses del sector en España". Aquella reforma llevaba implícito arranques de viñedos, imponía cuotaspor países y apenas tenía aumento presupuestario, explicó.

Leiva resaltó que la propuesta que salió hoy de la Comisión Europea, y que será presentada ante el Consejo de Ministros de Agricultura el próximo día 20, no obliga al arranque de viñedos, no lleva ninguna cuota por países, tiene más presupuesto e incluye la reestructuración.

Aunque los socialistas consideran que la OCM del vino es un buen punto de partida para negociar, señalan que todavía hay "muchos puntos oscuros que hay que limar", coo el que no se incluyen ayudas a los viñedos de bajo rendimiento que cumplen la función medioambiental de asentar el territorio, y el que autoriza de forma más generalizada la técnica enológica de la chantalización.