La pregunta de los parlamentrios responde a la iniciativa del Ministerio de Defensa de estudiar alternativas de ocio para que el alcohol no sea el entretenimiento preferente de los soldados que permanecen en los cuarteles durante el fin de semana.

El departamento de Eduardo Serra ha creado una comisión, presidida por el subsecretario de Defensa, Adolfo Menéndez, y en la que estarán representantes de los cuarteles generales de los tres ejércitos, cuyo objetivo es buscar ocupaciones de tiempo libre en los establecimientos militare.

Una encuesta interna elaborada por el ministerio entre los soldados que cumplen el servicio militar detalla que el 80% bebe durante el fin de semana.

En la mayoría de los cuarteles se exhiben películas de vídeo o, al menos, hay una televisión a disposición de los soldados en el período de descanso. La biblioteca suele ser un servicio poco utilizado, al igual que la sala de juegos, en la que están prohibidas las apuestas, y las instalaciones deportivas, sobre todo a partir del atardecer, cuando a cantina atrae a la mayoría de los soldados.

Si bien desde 1994 está prohibido el servicio de bebidas alcohólicas de alta graduación en las cantinas, no ocurre así con el vino, la cerveza o licores, cuya ingestión en grandes cantidades provoca un efecto similar al de las bebidas de mayor graduación.

De hecho, el informe redactado por el Ministerio de Defensa sobre la muerte por disparo del cabo Samuel Ferrer en el cuartel de montaña de Candanchú señalaba que el presunto autor del suceso, el sargnto Juan Carlos Miravete, estaba en estado ebrio como consecuencia de haber ingerido al menos una botella de pacharán, bebida alcohólica de baja graduación muy similar al popular anís.

El diputado socialista José Manuel Caballero considera que el Ministerio de Defensa "puede estar equivocándose al suponer que el endurecimiento del régimen disciplinario en los cuarteles, respecto del consumo de alcohol, llegue a ser útil".