Ciscar, que hizo estas reflexiones en los pasillos del Congreso, anunció que la reunión que mantendrá con de la ejecutiva regional de Andalucía está dentro de la "más absoluta normalidad" de las reuniones que suele mantener con las distintas federaciones. El dirigente socialista subrayó que escuchará las opiniones de sus compañeros andaluces, a quienes también expondrá las suyas, y que así dispondrá de todos los elementos de juicio para realizar la propuesta que el próximo lunes formalizará a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.

"Tengo una posición muy firme", avanzó, "respecto a los planteamientos y propuestas que haré a la Comisión Ejecutiva Federal respecto a estos congresos. La voluntad es terminar en octubre todo el proceso congresual y voya plantear una aplicación de las reglas del juego, que son garantía para todos los militantes socialistas en cuanto a su capacidad de expresión, de formación de la voluntad y de su participación democrática".

Ciscar quiso dejar claro que él quiere propiciar un diálogo entre las partes enrentadas, "pero siempre haciendo observar las reglas del juego, que constituyen una garantía para todos", remachó.

Preguntado si ha escuchado peticiones de dimisión por su intervención en el conflicto (el sector gerrista le ha acusado de tomar partido por los renovadores), Ciscar respondió: "Yo asumo mis responsabilidades. Estoy convencido de lo que estoy planteando, aunque cuando hay reformas y cambios siempre se genera alguna resistencia y hay que contar lógicamente con ello. Y sobre todo a lo mejor por parte de algunas personas que han pensado que las normas eran para otros y no para sí mismos".