Algo similar -recuerdan- ocurrió durante la campaña del referéndum de la OTAN, en la que el partido asumió el "sí" en solitario y con unas encuestas adversas hasta el último momento, situación a la que se dio la vuelta por una extraordinaria actividad de todo el entorno del partido.

Esa necesidad de moilización ya figura en los documentos políticos aprobados por el comité federal del PSOE, los días 22 y 23 de enero. Un destacado dirigente reconocía esta semana: "En las elecciones del 89 creía que no alcanzabamos la mayoría". Todo ello porque el partido se "acomodó" en una dinámica de llevar a cabo la acción de Gobierno sin explicarla. "Y en política", añadía la misma fuente, "además de hacer las cosas hay que explicar por qué se hacen".

El nuevo término de "la mayoría suficiente", además de resulta menos prepotente que el de "mayoría absoluta", se adecúa mejor a la previsible realidad postelectoral, que vaticinan las encuestas.

Quien más claramente ha explicado ese término ha sido el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Martín Toval, que en una primera reacción a los resultados de la macroencuesta del CIS, aseguró el pasado jueves que los 155 diputados atribuidos al PSOE son "mayoría suficiente".

Detrás de este mensaje se encuentra el deseo de los dirigentes socialistas d poder gobernar en solitario durante la próxima legislatura, con apoyos puntuales en la acción legislativa. Esto evitaría tanto al PSOE como a sus potenciales socios, los nacionalistas catalanes y vascos, e Izquierda Unida, verse con las manos atadas en posibles gobiernos de coalición, difíciles de conseguir "a priori" con fuerzas como IU, que no quieren ver hipotecado su actual discurso de oposición.