Borrell aseguró ante los periodistas que presentará su candidatura "para ganar" y se mostró convencido de que en este proceso de elección del que será candidato socialista "no hay tongo", por la imposibilidad de controlar el voto secreto de decenas de miles de militantes socialistas.

Tras anunciar su intención de presentarse candidato ante el Comité Federal, explicó que su deseo es conseguir el apoyo del 15% del órgano de dirección socialista, 31 de sus miembros, porque es un objetivo "más fácil" qu emprender la recogida de las 27.000 firmas de militantes que serían necesarias para avalar su candidatura, otra de las opciones que contempla el reglamento de primarias aprobado hoy por el PSOE.

El dirigente socialista reconoció que algunos miembros del Comité Federal ya le han transmitido su intención de apoyar su candidatura, ya que en caso contrario, dijo, "habría sido arriesgado por mi parte hacer lo que hecho".

Su objetivo inmediato, por tanto, será "ver si hay agua en la piscina" de los apyos internos, tras lo cual emprenderá una campaña electoral de la que no ha querido dar detalles, pero claramente dirigida a ganar.

"Ustedes saben", reconoció, "que soy un personaje muy competitivo y es obvio que cuando uno se presenta a una competición es para ganar".

Borrell agradeció al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, que será su contrincante, y al secretatio de Organización, Ciprià Ciscar, su clara voluntad de facilitar la participación de todos los candidatos que lo deseen a la primarias y dijo estar convencido de que la Ejecutiva Federal pondrá sus medios al alcance de los aspirantes que se presenten por igual.

El ex ministro se reservó la explicación de su programa y de las razones que le han animado a presentarse hasta el momento de la presentación oficial de su candidatura e hizo una defensa ardiente de las primarias por considerarlas un método democrático de "innovación positiva" para el PSOE y para la democracia española.