Bono, que hoy hizo declaraciones en la Cadena Ser, en Radio Nacional, en Antena 3TV y en Onda Cero, aseguró "ni me postulo ni me excluyo. Lo que digo es queeste asunto electoral ha de llevarnos más que a hacer grandes discursos de renovación, más que renovarse, hay que arremangarse y lo que tenemos que hacer no es dinamitar al partido sino una revolución profunda". Insistió en que "aquí no cabe dar un paso atrás y si Bono, aunque sea en ausencia de representación teatral, rompiendo esquemas, un día dice que está dispuesto, el día que tomara esa decisión no iba a estar detrás de ninguna camarilla".

"Dicen que que cuando a un obispo le proponen desde Roma i quiere ser obispo su primera obligación es decir Santo Padre yo no acepto, que humildada la mía, cómo se han fijado en mí. Esto vale para ser obispo, pero para dirigir un partido hasta la victoria, lo que hace falta es, a lo mejor, algo menos de hipocresía", porque "todo político que alcanza un cierto nivel de representación o ha llegado ahí por influencias providenciales, o tiene la necesaria ambición para estar ahí".

Sobre su condición de no diputada en el Congreso, Bono dijo: "España también exise al otro lado de los leones del Congreso. No me estoy postulando, simplemente digo que el candidato a la Presidencia del Gobierno por el mundo progresista no tiene necesariamente que ser diputado. Al Partido Popular hay que ganarle en la calle, en el Congreso de los Diputados va a ser muy difícil ganarle ninguna votación, porque tiene mayoría absoluta".

"Lo que es imprescindible es la ausencia de rutina y el deseo, la ambición, la ilusión de ganar. Esto sí que es esencial. No se puede ganar la batall si no se tienen ganas de ganarla", agregó.

En su opinión, los ciudadanos le han dicho al PSOE en las urnas que "hemos de gastar menos tiempo en nuestros problemas internos y más en los problemas de los ciudadanos, que un proyecto progresista tiene que ser un proyecto solidario, moderado, que no sea pesado, que tenga su gracia, que tenga además la virtud de que cómodamente un persona normal, que a lo mejor no tiene un pedriguí historico en el socialismo ni en la UGT ni en el mundo obrero, se pueda acecar con alegría a un proyecto. Tenemos que modernizarnos más".

CAMBIOS EN SU GOBIERNO

Negó con rotundidad que los cambios en su gobierno autonómico supongan un paso hacia la Secretaria General del PSOE. "Esos cambios que he hecho en el gobierno nada tienen que ver con mi disposiciín o posición en orden a lo que ocurra en el congreso de mi partido".

"He hecho esos cambios porque mi vicepresidente me los pedía hace tiempo, me parecía un buen momento, han pasado las elecciones, pero no acostumbrohacer cálculos. Si los hiciese, tendría muy claro que no hay camino más cómodo que ser presidente de Castilla-La Mancha con una mayoría absoluta".

"Estoy valorando", explicó, "que lo que tengo políticamente se lo debo a mi partido y desde luego hoy no estoy en disposición de dar ningún paso hacia atrás y tampoco estoy en disposición de que antes de emprender el camino que todos hemos de emprender hacia la renovación y hacia la victoria del 2004, un grupo de personas intenten tacharte por ambicioso o or desmedido".

LA GESTORA

Bono asegura que lo importante no es la composición de la gestora. "Si el tema que hoy tiene el PSOE es quien esté en la gestora, estamos perdidos". Agregó que en la gestora, en la comisión que prepare el congreso "debe estar quien quiera, pero aferrarse al poder a cualquier precio conducirán a la ruina. Todo el que pretenda aferrarse al poder a través de estar en esa gestora, se equivoca. Lo que hay que hacer es preparar un congreso para resolver nuestros problemas como patido y de cara a la sociedad".

El presidente de Castilla-La Mancha considera que en la gestora debe haber personas "con alguna experiencia y nivel político bajo porque no puede ser preludio de la Ejecutiva que salga". Añadió que el PSOE "tiene una fortaleza centenaria, que no se lleva por delante un fracaso electoral como el que hemos tenido. La ilusión está dormida, pero no perdida".

José Bono considera que su partido tiene que "renovar el mensaje, el proyecto, a las personas", y destacó como lomás importante que "el proyecto del PSOE no es propiedad nuestra, la principal renovación es que el PSOE no es propiedad privada de los militantes, que en España hay mucha gente que es del PSOE sin ser militante mejor que nosotros".

Reconoció que "hemos hecho las cosas lo suficientemente mal como para que 3 millones de españoles que podían ser de los nuestros, los hemos expulsado. Cuando se pierde la culpa es de quien pierde, no de quien no va a votar".

"Yo me sitúo con una fuerte pasión inconforista. Acepto el resultado felicito cortesmente al ganador pero no me conformo y no me conformo porque ocho millones de votos, el gobierno de seis comunidades autónomas, 22.000 concejales, 3.000 alcaldes, una historia centenaria, esto no se puede ir por la borda, y algunos no pueden pensar que renovar el partido es dinamitarlo. En ese sentido, yo estoy dispuesto, con todos los que quieran, que no demos ni un solo paso atrás. Hay que ganar en el año 2004 y esos ocho millones de votos, que algunos parecen no preciar, son el cimiento de la victoria y, en ningún caso, la causa de una melancolía".