Bono se refirió con esa alusión a la situación de minoría de Alfonso Guerra, a la votación que perdieron los guerristas cuando Felipe González propuso a Carlos Solchaga para la presidencia del Grupo Parlamentario Socialista.

El presidente castellano-leonés, actualmente uno de los máximos impulsores de l renovación en el partido, explicó que estuvo en posiciones de lo que se llama 'guerrismo' "hasta el instante en que no pude a la vez mantener mis amistades y mis convicciones, y opté por mis convicciones, porque si no hubiese tenido que mantener las amistades con subordinación".

"El partido ha estado cien años sin mí y puede seguir sin mí", respondió Bono, al ser preguntado si aceptaría renunciar a estar en la Ejecutiva Federal.

"Algunos que me postulan para la sucesión (de González), lo que quiren es hundirme", manifestó Bono tras explicar que "por mis limitaciones, no debo postularme para esa sucesión". Agregó, que "no están abiertas las previsiones sucesorias" y mostró su convencimiento de que "el jefe (Felipe González) nos acaba enterrando a todos".

Respecto al tema autonómico, Bono afirmó que "antes de pedir la supresión de los gobernadores civiles, yo pediría la coordinación entre diputaciones y comunidades autónomas".