"Puedo ser candidato, pero lo que no voy a ser es el animador de un guateque que, por cierto, lo es para la derecha", dijo Bono a la Ser. A su juicio, lo que precisa el PSOE en la actualidad es "reflexión y debae, pero no ruido superficial sobre uno mismo. El bien no hace ruido y el ruido no hace bien".

Manifestó al respecto que no está dispuesto "a estar tres meses de aquí hasta el Congreso enchufado por los focos y en la pasarela para hablar de uno mismo y del PSOE, cuando los que nos votan desean que hablemos de sus problemas, no de los de los políticos".

El dirigente castellano-manchego descartó que vaya a hacer pública su candidatura frente a la de Rosa Díez en los próximos días. En este sentido, aeveró que "no necesito tiempo para enfrentarme a ningún otro candidato".

Preguntado por si se plantea ser el próximo candidato socialista a la Presidencia del Gobierno español, afirmó tajante: "Si yo soy secretario general del PSOE, evidentemente quiero ganar a Aznar y ser presidente del Gobierno. Sería tristísimo que siguiésemos en la contestación cínica a esa pregunta (de si quiere ser presidente)".

Sobre este particular, puso el siguiente ejemplo: "Imagínense que fuesen los cardenales a un cónlave a elegir Papa y que ninguno de ellos, por una modestia mal entendida, quisiese ser Papa; eso sería un desatino en la Iglesia Católica. Hasta teológicamente sería muy complicado para el Espíritu Santo. En el PSOE, gracias a Dios, no ocurre eso, sino que hay muchos más candidatos de los que lo dicen".

Sobre la capacidad de influencia de Felipe González en el actual proceso interno que está viviendo el PSOE, comentó que es cierto que "durante algún tiempo algunos creyeron que Felipe González era Dio, pero no era así. Al menos, hay algunos que nunca le creímos con esos poderes divinos. Ahora, probablemente, algunos que le creían Dios parece que quieren creerle como si fuese el demonio, y esto tampoco es razonable".