Según informaron a Servimedi fuentes de la dirección socialista, la reunión del Consejo Territorial del PSOE, que integra a los presidentes autonómicos y a los secretarios generales de las federaciones, se zanjó con la decisión de dar un voto de confianza a Rodríguez Zapatero.

El secretario general trató de aplacar a los barones, especialmente a los de Aragón, Marcelino Iglesias, y Baleares, Francesc Antich, comprometiéndose a ofrecer de nuevo al presidente del Gobierno, José María Aznar, un pacto de Estado sobre inmigración.

Todos los dirigentes territoriales respaldaron esta propuesta, si bien Francesc Antich y Marcelino Iglesias dejaron bien claro el derecho de las comunidades autónomas a presentar un recurso de inconstitucionalidad en caso de que las gestiones del secretario general no fructifiquen.

Puesto que el plazo legal previsto para recurrir la ley expira tres meses después de su publicación en el BOE, que fue a finales de enero, los dirigentes territoriales se mostraron dispuestos a apurar ese lapso de tiempo ntes de tomar una decisión.

Ambos presidentes autómicos expusieron a Rodríguez Zapatero las presiones a las que se ven sometidos por parte de los grupos que les dan apoyo para gobernar, y sin el cual quedarían en minoría en sus respectivos parlamentos autonómicos.

Tras esta propuesta de Rodríguez Zapatero, tanto Antich como Iglesias esgrimirán estas gestiones para tratar de atenuar las presiones de estos grupos, al menos por el momento.

Rodríguez Zapatero aseguró hoy que mañana mismo llamarápor teléfono al presidente del Gobierno para solicitarle un encuentro personal y tratar de convencerle de la necesidad de flexibilizar la legislación sobre inmigración.

Si se niega, le ha advertido ya por anticipado, demostrará que su intención no es resolver el reto de la inmigración, sino dividir a la sociedad.