En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Alonso acusó a la patronal de defender una posición "antisocial e insolidaria" con los ciudadanos, sobre todo con quienes más necesitan la ayuda de los poderes públicos en la actual situación de crisis económica.

Según precisó, la patronal reclamó "más precariedad laboral" y una rebaja de cinco puntos en las cotizaciones sociales, lo cual supondría detraer "una enorme cantidad de dinero" de la caja que paga las pensiones.

Entre ventajas económicas, beneficios fiscales y rebajas sociales, Alonso aseguró que las pretensiones de la patronal implicaban que las arcas públicas se desprendieran de 20.800 millones de euros.

Se trata de una pretensión "desmesurada" con la que, según el portavoz socialista, la patronal "rompió cualquier tipo de acuerdo" con quien tiene claro, como el Gobierno, que los ciudadanos no son los culpables de la crisis y por tanto no pueden ser sus paganos.

Alonso sentenció que la patronal "no puede hacer eso a este país" y pidió por ello a sus dirigentes que reflexionen y que recuerden "que el movimiento se demuestra andando".