Se pronunció así en rueda de prensa cuando se le preguntó por las palabras de la titular de Derechos Sociales y líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, que acusó al PSOE de tener “miedo” y ser una “fuerza conservadora”.

"Nosotros sí vamos a cuidar del Gobierno de coalición”, dijo Montero en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva del PSOE en la que se abordó la situación derivada de la aplicación de la llamada ley del 'solo sí es sí'.

“Yo reafirmo lo que hacemos y no reprocho lo que otros hacen”, remarcó la ministra cuando se le preguntó si de sus palabras se deduce que otros no cuidan la coalición, aunque destacó que algunos “calificativos no contribuyen a cuidar” y, por ello, ensalzó que el PSOE cree que se actúa con “muchísima dureza” cuando se utilizan algunos descalificativos.

Aseguró que los socialistas cuidan “siempre” que sus formas de expresarse "sean respetuosas” y que no se les “encuentra” en otra línea que no sea esa porque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “nunca reprocha, actúa”.

La ‘número dos’ del PSOE no ocultó sus diferencias con las formas en la que su socio está gestionando este momento y ahondó en su apuesta por el diálogo con “discreción” sin retransmitir las propuestas ni las conversaciones porque “lo que queremos es buscar la respuesta” que ponga fin a la “alarma social” que ha despertado la aplicación de la ley.

No obstante, desde la dirección del PSOE siembran dudas sobre la voluntad real de la ministra de Igualdad, Irene Montero, de reformar la ley, sin que ello suponga que estén buscando rebajar las penas a condenados como tampoco, explican, los socialistas quieren modificar el consentimiento como les acusan desde Podemos. Pero sí barajan que haya dudas por el hecho de que Igualdad tenga que reconocer que “su ley” tiene deficiencias y el endurecimiento obliga a incorporar la violencia de alguna manera.

Es por ello que, desde Ferraz, se preguntan por qué no se da a conocer a la luz pública ninguna de las propuestas que Igualdad ha presentado a Justicia en los tres meses de negociaciones para la solución del problema de la rebaja de penas, no vaya a ser, dicen, que se desvele algún tipo de aspecto sobre la violencia o que la propuesta no supere el escrutinio técnico-jurídico.

Por su parte, en el PSOE están seguros de que su propuesta -elaborada por expertos penalistas del Ministerio de Justicia- da respuesta a esa “pequeña parte” de la ley que, como dijo Montero en la rueda de prensa, requiere de una solución.

La ‘número dos’ del PSOE aseguró, en la rueda de prensa en la que la mayoría de las preguntas versaron sobre este asunto, que no hay “lucha por el relato” sino que los socialistas “siempre” están “en la búsqueda de soluciones” y dar “una respuesta clara por la inseguridad que ha generado la aplicación de una parte pequeña de la ley".

Así las cosas, sostuvo que las dos partes de la coalición han compartido “a lo largo de estos tres meses la imperiosa necesidad de reformar la ley y, nunca hemos trasladado que estemos dialogando” sino “trabajando porque queremos que el foco se ponga en la solución”.

“Nos gusta que ese diálogo se haga en discreción para que se pueda llevar a buen puerto” ya que, defendió, es “más necesario que nunca el dialogo en la discrepancia”, siempre que haya “actitud honesta, diálogo” por la otra parte y no “un brindis” para obtener “rentabilidad política”, hecho de lo que acusó al Partido Popular pero que responde a toda la diatriba que le había dedicado a Podemos.

DISCUSIÓN CIRCULAR

De hecho, la ministra María Jesús Montero eludió cerrar la reunión que ha solicitado Igualdad al PSOE y reiteró que estudiarán “todas” las enmiendas que presenten otros grupos a la reforma socialista, y ahí “mantendremos cuantas reuniones sean necesarias” pero no una “eternidad”, advirtió.

No obstante, afirmó que "el diálogo siempre ha existido" entre las dos formaciones del Ejecutivo porque el contacto "es fluido" entre ambas partes, y remarcó que el fin es encontrar la "solución técnica" que enmendará la situación. "Nunca hemos dejado de hablar" pero lo que sí constató es "una falta de consenso" tras meses de negociación.

En este sentido, advirtió que “si estamos de acuerdo en lo político, todos tenemos de acuerdo en reformar la ley”, y de ahí el camino que se abre ahora en el Congreso una vez se inicie el trámite parlamentario. Pero, alertó, “la solución no se puede eternizar hasta el siglo que viene, llega un momento en el que los debates son circulares, que es lo que nos ha ocurrido antes de registrar la proposición de ley, el núcleo de lo que uno quiere cambiar la otra parte no la quiere cambiar”.

Por ello, dijo que “no podemos cada uno percutir en soluciones ya evaluadas y se han visto no adecuadas” porque, entonces, la negociación no avanza en el objetivo principal, que es solucionar el problema.

RESPONSABILIDAD

La ‘número dos’ del PSOE estuvo cerca de unas disculpas sobre las repercusiones de la ley cuando, a la pregunta sobre las responsabilidades de las consecuencias de la norma, dijo que “la mayor responsabilidad que asume el Ejecutivo es registrar la reforma de la ley”.

Se trata, añadió, de un “gesto de honestidad y humildad” por parte del PSOE, una muestra “de voluntad de mejora permanente”. En este sentido, sostuvo que para los socialistas “aquello que no hagamos del todo correcto, lo vamos a rectificar” y destacó que “son pocos los políticos que rectifican”.

“Es muy importante que la ciudadanía sepa que, cuando el PSOE no consigue el efecto deseado, promueve modificaciones hasta que consiga el efecto deseado” que, en este caso, supone la combinación para Montero de que “el consentimiento sea el núcleo de la ley y que no se produzcan rebajas de condenas”.