Mientras persista la crisis económica, dijo Pajín en rueda de prensa tras la reunión de la Comisión Permanente del PSOE, "no hay nada más importante" para el partido, y su objetivo prioritario será contribuir a salir de ella.

Por ello, el primer reto es "dar continuidad" a la inflexión del desempleo registrada en mayo, ya que por delante quedan "meses malos", pero ha quedado clara la "vitalidad" de la economía española y la capacidad del Gobierno de utilizar todos los resortes a su alcance para combatir los efectos de la crisis.

Entre los retos inmediatos, Pajín señaló la aprobación del nuevo sistema de financiación autonómica, ante lo que se mantiene "optimista" e incluso "convencida" de que se podrá cerrar un acuerdo antes de la fecha señalada por el presidente del Gobierno, el 15 de julio.

El otro gran reto son los Presupuestos, a partir del marco macroeconómico "realista" trazado por el Gobierno y para lo cual el PSOE "hablará con todas las fuerzas políticas" y con todas ellas llegará "tan lejos como sea posible".

Ante la convicción de que la salida de la crisis es una prioridad en la que todos tienen que colaborar, el PSOE decidió hoy, como ya hizo el año pasado, que los socialistas no obstruirán la aprobación de las cuentas públicas en ninguna institución, no así, precisó Pajín, las leyes de acompañamiento que algunos gobiernos definen de forma "abusiva".

El PSOE aboga también por dar "un impulso decisivo" al diálogo social y por consolidar el esfuerzo del Gobierno para lograr una economía más sostenible, por lo que en las próximas semanas presentará "un plan de acción" para la concertación social en torno a los ejes ya desvelados por el Ejecutivo.