Por eso, explicó Montón en rueda de prensa, el Grupo Socialista considera que la citada reforma debe hacerse "dentro de una estrategia de salud pública, donde prime la educación sexual y reproductiva, donde prime la planificación familiar y el acceso a los métodos anticonceptivos".

Además, recalcó que una reforma legislativa "no influye" en el número de interrupciones voluntarias del embarazo que se realicen.

En este sentido, puso como ejemplo el caso de Holanda, cuya legislación en este campo tiene unos plazos más amplios, pero cuenta con la tasa más baja de abortos de toda Europa.

"Lo que sí da son mayores garantías médicas y mayor seguridad jurídica para todas las mujeres y para todos los profesionales sanitarios que lo practican", dijo.