Esta gratificación está reconocida en el acuerdo firmado en noviembre de 2004 para los casos de siniestros extraordinarios, según aseguró Silva en una nota.

Para Silva, resulta paradójico que la demolición del edificio se hiciera en seis meses y que los bomberos vayan a tardar más de un año en cobrar lo que les debe el ayuntamiento.

Indicó que este retraso es "una prueba más de la mala gestión y de que la burocracia en este ayuntamiento ha aumentado con este Ejecutivo que tanto presume de modernidad".

Silva señaló que "los que fueron a ayudar a apagar el incendio no lo hicieron para cobrar más, pero tienen derecho a recibir esta recompensa económica sin tanta demora".

El concejal socialista reprochó al alcalde, Alberto Ruiz- Gallardón, que se preocupe sólo de "lo que tiene que ver con las grandes constructoras" y por "el desinterés de que está haciendo gala con uno de los colectivos de trabajadores del propio ayuntamiento que más valoran los madrileños".