De este modo, Blanco salió al paso de las acusaciones efectuadas por Manuel Fraga, quien haba tildado a los socialistas de "señoritos" despreocupados por las necesidades de los emigrantes, según informó el PSOE en una nota de prensa.

El dirigente socialista retó al presidente del Gobierno gallego a explicar "qué derechos ha concedido o ha mejorado el PP para los emigrantes más allá de los del derecho al voto y a la percepción de las pensiones asistenciales que fueron reconocidos por los gobiernos de Felipe González".

A su juicio, la política del PP para los emigrantes se restringe al rearto de "algunas subvenciones" de forma "arbitraria y sin ningún tipo de controles", así como a la programación de "alguna actuación folclórica".

El responsable socialista de Organización recordó que el colectivo de emigrantes, "está reclamando derechos fundamentales, en muchos casos de forma angustiosa, como el derecho a tener un final de vida digno mediante una mínima pensión, así como a una cobertura sanitaria y a asistencia farmacéutica".

"No se puede seguir jugando con los sentimientos de lagente", añadió, para subrayar la necesidad de "sustituir la política opaca de subvenciones por otra que garantice la igualdad de derechos". En este sentido, el político socialista es partidario de que los gobiernos de España y de Galicia impulsen una política social para la emigración "de forma inminente", en la que tengan cabida programas de retorno e integración sociolaboral para quienes deseen volver a España.

Blanco realizó estas declaraciones en la ciudad de Santos (Brasil), donde celebró un encuntro con gallegos afincados en este país.