Rubalcaba, que lamentó tener que responder a estas acusaciones, dijo que "no es ninguna novedad que el señor Cascos, a las órdenes directas del presidente del Gobierno, utilice la justicia para perseguir a sus enemigos políticos o a sus enemigos meidiáticos" y citó como prueba el que alguno de esos enemigos "está en este momento trabajando en esa línea utilizando documentos ue el propio señor Cascos ha encargado".

El PSOE considera que la utilización de la justicia como arma política por parte de Cascos es "una evidencia" que con sus declaraciones de hoy "no ha hecho más que confirmar".

Con un tono irónico, Rubalcaba puntualizó también que el hecho de que "el señor Cascos apoye a descerebrados no es tampoco una noticia y no debería ser comentado por la oposición" si no fuera porque "ha ido muy lejos".

Juzgó que "la actitud del vicepresidente del Gobierno respeco al ex presidente del gobierno es incalificable" y advirtió que en esta "escalada de barbaridades políticas a las que el señor Cascos nos tiene acostumbrados a uno se le acaban los adjetivos y acabaremos utilizando grueso calibre, dando un espectáculo muy poco edificante ante los ciudadanos".

Por todo ello, Rubalcaba afirmó que "no hay ciudadano que entienda las declaraciones del señor Cascos, ni entre los votantes socialistas, que se sienten agredidos, ni entre muchos votantes del Partido Popular. L que queda patente en las encuestas es que la imagen del vicepresidente no va bien".