En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, López Garrido recalcó que es "la voluntad del pueblo cubano" la que debe decidir sobre su propio futuro, lo que exige por parte de todos "el máximo respeto, sin interferencias externas".

En su opinión, tanto España como la Unión Europea deben participar en este proceso "siempre desde el diálogo constructivo y en positivo" para garantizar el bienestar de los ciudadanos desde el punto de vista social, económico y político, pero respetando la "soberanía" del pueblo cubano.

El papel de España, por estar "íntimamente vinculada a toda América Latina, pero de forma más entrañable a Cuba", debe ser de apoyo y solidaridad desde el punto de vista moral y cultural, para que el proceso se desarrolle "de forma ordenada y pacífica".

"A eso debe contribuir España, pero con absoluto respeto a la soberanía del pueblo cubano", insistió. Agregó que España estará "a su disposición en todo lo que sea necesario", sin olvidar que el futuro de Cuba depende de la voluntad de su pueblo.

En cuanto a la posibilidad de que la democracia se abra paso en Cuba pese al traspaso de poderes a Raúl Castro, López Garrido recalcó que "la situación histórica hace estar a la espera de este proceso, aunque no sabemos cuándo va a suceder".