En cualquier caso, Fernández también reclamó a la presidenta que este dinero lo dedique a mejorar la atención sanitaria y "no sirva para pagar deprisa a los constructores de los nuevos hospitales".

Tras señalar que esta propuesta de no es "ni un burro, ni un regalo ni tiene dientes", en referencia a la frase de Aguirre de "a caballo regalado no le mires los dientes", añadió que "estos fondos persiguen mejorar la atención sanitaria pública".

Con respecto al destino de esos 300 millones de euros, exigió a Aguirre que estos recursos sean "finalistas y se dediquen a la reducción de listas de espera, la construcción de más centros de especialidades y de atención primaria, la mejora de las urgencias y laampliación de las plantillas".

Fernández, queplanteó también, alGobierno regional,un plan de racionalización del gasto, una mayor coordinación de las compras yuso racional del medicamento, le instó a que se corresponsabilice en la solución a los problemas de financiación sanitaria.

Planteó que la Comunidad de Madridaporte una cantidad doblea la ofrecida por Zapatero"para intentar resolver los problemas de la sanidad madrileña, que ocupa el ultimo puesto en gasto por habitante protegido".

La portavoz adjunta criticó también la política fiscal del PP, porque que en el periodo que estuvo al frente del Gobierno central incrementó los impuestos indirectos y bajó los directos a los que más tienen.

Dijo que de 1996 al 2004, la presión fiscal aumentó en 3 puntos, conrelación al PIB, pasando del 34% al 37,1%, en materias como IVA, impuestos especiales y de sociedades y cotizaciones de trabajadores.

Señaló que menos el IRPF todos los demás impuestos crecieron, entre ellos los que gravan los alcoholes (un 20%), el tabaco (70%), las cervezas (305) o la gasolina (19)%, en ese periodo.