Rüdeger Peter Oyntzen se encuentra sumergido en un proceso depresivo agravado por el insomnio y está sometido a una fuerte medicación bajo la estricta vigilancia de psiquiatras y policías para impedir que intente quitarse la vida.

El detenido recibió e pasado sábado la visita de sus padres y su hermana, que lograron el permiso del juez. Los familiares le entregaron una maleta con ropa y artículos de aseo personal.

Fuentes cercanas a la investigación confirmaron hoy a Servimedia que el presunto parricida confesó ser el autor de las cartas dirigidas al juez y al director del hotel donde perpetró el crimen y en las que asume la autoría del asesinato de sus hijos.

Los hechos se produjeron el día 4 de septiembre en un hotel de Sa Coma en el que el etenido pasaba sus vacaciones en compañía de sus dos hijos. Según todos los indicios, Rüdeger Peter Oyntzen asesinó a Katherina y Mathias, de ocho y seis años respectivamente, con una inyección letal. Oyntzen confesó que decidió matar a sus hijos porque el juez otorgó la custodia a su ex esposa tras formalizarse el divorcio.