Zapatero hizo esta declaraciones a su llegada a San Sebastián donde almuerza con dirigentes y militantes del PSE como muestra del apoyo de la Ejecutiva Federal al proceso congresual que afrontan de aquí a marzo, precipitado por la dimisión de Redondo el pasado 21 de diciembre.

En la capital donostiarra, el líder socialista fue recibido por los tres secretarios provinciales del PSE Manuel Huerta, Patxi López y Javier Rojo. Entre los asistentes no se encontraban ni el ex presidente de los socialistas vascos, Txiqui Benegas, ni el presidente de la Gestora, Ramón Jáuregui, ni Redondo.

Zapatero recordó que ha trabajado con Redondo en la Ejecutiva Federal desde que fue elegido secretario general y aseguró que "nada va a dividir a los socialistas, y mucho menos una cuestión que afecta a nuestros principios esenciales y valores más queridos, y a la lucha titánica que tienen los socialstas de Euskadi por defender la libertad".

En este sentido, quiso homenajear a todos los militantes socialistas que son "héroes en defensa de la libertad" y cuyo valor y actitud está "por encima de cualquier otra coyuntura".

El líder socialista que llegó a San Sebastián arropado por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, el responsable de Política Municipal de la Ejecutiva Federal, Alvaro Cuesta, y el portavoz parlamentario, Jesús Caldera.

Aseguró que la reflexión política sobr la situación interna del PSE y "sobre lo que en mi opinión debe representar el congreso de marzo, la voy a hacer con mis compañeros por respeto y porque creo que el partido, sus militantes y delegados tienen que ser protagonistas decisivos de la construcción de un proyecto político".

Sobre el futuro de Redondo como miembro de la Ejecutiva Federal, aseguró que será un tema que ambos tratarán en una futura conversación. Reveló también que ayer habló con él por teléfono pero en ese contacto no se habló e ese asunto.