Redondo Urbieta aseguróen Antena 3 que en el partido "hay algunas personas que se han dedicado a una especie de guerra sucia", no sólo contra su hijo, sino contra el conjunto del PSE, perjudicando también a todos los socialistas.

El histórico dirigente sindical se refirió a la polémica reunión con el presidente del Gobierno como "un cambio de impresiones necesario y conveniente", y negó que fuera "secreta ni conspirativa".

En su opinión, la crisis desatada en el socialismo vasco beneficia a los nacionalistas, democrátios o no, y al PP, pero perjudica a los socialistas, tanto de Euskadi como del resto de España, que deben tener claros sus postulados.

Redondo Urbieta consideró que esa claridad de ideas es la que ha permitido al PP tener 19 diputados en el Parlamento de Vitoria, pese a lo cual el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, "puede que tenga la tentación de aislar al PP y acercarse al PNV".

Ante la posibilidad de que Felipe González esté moviendo hilos de esa "guerra sucia" contra Reondo Terreros, se limitó a subrayar que no es propio de la condición humana "tanto tiempo de rencor y resentimiento".

En definitiva, reiteró que dentro del partido se está practicando "una política inmisericorde contra Nicolás Redondo, dirigida, creo yo, por algún miembro de la Ejecutiva Federal".

En este punto, aseguró que las declaraciones de Ramón Jáuregui "han sentado muy mal, ya que se ha mofado de una línea política definida. Jamás había visto una situación parecida". "Aunque enmiende, el ml ya está hecho", agregó, al tiempo que sentenció que la gestora está ya "desprestigiada".

Por todo ello, consideró que su hijo "hizo bien en dimitir, ya que estaba en la parrilla y le estaban asando, en buena parte desde Madrid". No obstante, y pese a admitir que egoístamente le hubiera recomendado retirarse, reconoció que su consejo ha sido el contrario: pugnar de nuevo por la Secretaría General, para no defraudar a quienes le han apoyado.

Nicolás Redondo Terreros reconoció, por su parte, que ls palabras de su padre tienen "mucho peso" sobre él, y se declaró "enfadado" por la "brutal y desagradecida" actitud de algunos compañeros. En todo caso, aseguró que pronto tomará una decisión "porque no es bueno marear mucho la perdiz".