Elorza intervino brevemente en la inauguración del Congreso para dar la bienvenida a todos los asistentes y recordar las víctimas de la violencia etarra. Reconoció el valor de todos los ediles socialistas y afirmó que todos ellos viven "una situación realmente trágica".

Esta circunstancia no debe impedir, a u juicio, que se celebre el Congreso con normalidad, que se elija una nueva direcióny que se defina la estrategia futura de un PSE "unido, fuerte y con un proyecto autónomo".

Defendió la necesidad de que se produzca un debate en profundidad durante este congreso "sin crispación y sin que el partido se resienta" porque la conclusión de esta cita asamblearia debe ser un partido cohesionado.

Elorza aprovechó para hacer referencia a las difíciles relaciones que mantiene con sus socios del PP en el yuntamiento de San Sebastián, donde el pacto de gobernabilidad hace aguas desde hace meses.

Se mostró muy preocupado por la actitud del PP que, según dijo, "no puede pretender que estemos eternamente encadenados a ellos" porque para el PSOE "la autonomía es básica". Advirtió igualmente a los que esperan que el PSOE se desanime que "no será así" en homenaje a todos aquellos que han dado la vida por los valores de la paz y la libertad.

En el momento de iniciarse la primera sesión del Congreso extrardinario del PSE, el presidente de la asamblea José Antonio Pastor, alcalde de Ortuella, depositó en la silla asignada a Juan Priede, asesinado el jueves pasado por ETA, su acreditación de delegado y un ramo de rosas.

Los 546 delegados al Congreso de los socialistas vascos le dedicaron un ovación puestos en pie. Además, un representante de Juventudes Socialistas de Euskadi leyó un comunicado de ánimo enviado a los compromisarios por Eduardo Madina, que fue víctima de ETA y fue dado de alta ayer tras prder una pierna hace un més en atentado terrorista.