En este acto, el secretaro de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, apeló a los medios de comunicación a que transmitan a la sociedad serenidad frente a los recientes casos de corrupción, y dijo que "el sistema es limpio y transparente y no puede establecerse la sospecha generalizada y el descrédito". Además, advirtió que un vacío político y un desprestigio general de los pártidos políticos es "un grave peligro para el futuro de este país".

Jáuregui arremetió contra el Partido Popular y dijo que su presidente, José María Azar, ha tirado por la borda una oportunidad histórica "de arrimar el hombro cuando hay un problema importante para el país".

Añadió que el PSOE ha salido reforzado con la actitud que ha mantenido el PP en la crisis actual, pidiendo insistentemente la dimisión de Felipe González, actitud que calificó de "especie de 'Terminator'" porque actúa como un "robot programado, absolutamente demoledor contra todos". Así, dijo Jáuregui "no ha hecho más que desprestigiarse a si mismo y ha salido derrotado".

Duante su discurso en la sexta edición del Fiesta de la Rosa, Ramón Jáuregui, defendió la reforma laboral y expresó su apoyo incondicional al socialista José Luis Marcos Merino, cuyo nombre ha salido relacionado con el fraude en las oposiciones del Servicio Vasco de Salud de 1990, diciendo que "nadie como él ha defendido el futuro de la industria naval en este país y el futuro de la márgen izquierda bilbaína".